sábado, 27 de julio de 2013

15/05//2013 www.antetodomareo.com

"Los preparadores físicos no sólo están para los calentamientos; el fútbol tiende a ser un todo en el que cada miembro del cuerpo técnico aporta sus matices"
Realizada por Sagrox (Asturias).
Es la mano derecha de Javier Vidales, responsable del área de metodología del Sporting, y el encargado de la preparación física en la última etapa de los futbolistas de Mareo. Javier Fernández es licenciado en INEF por la Universidad de La Coruña y también cursó la primera edición del máster de preparación física en fútbol en Las Rozas (Madrid), en el que coincidió con Gerardo Ruiz, actual preparador físico del filial del Sporting.
Tras acabar sus estudios universitarios, su primer contacto con la preparación física data de la temporada 2002- 2003 en el Norte Astur de Segunda Regional. La preparación de los equipos extraescolares de balonmano, baloncesto y fútbol del Colegio de la Inmaculada y de las chicas del Oviedo Moderno fueron sus siguientes cometidos hasta que, en 2006, dio el salto al fútbol de la Tercera División asturiana encargándose de la preparación física en el Club Siero (2006-2008), en el U.P. Langreo (2008- 2010) y en el Lealtad (2010-2011). Su trabajo no pasó inadvertido para la directiva del equipo de Villaviciosa, quien ofreció a Fernández la renovación, pero Javier Vidales, se interpuso en su camino para ofrecerle hacerse cargo de la preparación física en la última etapa de la formación de jugadores de la E.F de Mareo. No se lo pensó dos veces, la oferta era irrechazable.
Fernández, que también acredita el Nivel II del Título de Entrenador, postula la importancia de la preparación física en el fútbol base, que “va adquiriendo  protagonismo según va creciendo el niño futbolista”. En la E.F. Mareo, según relata, en la etapa de iniciación (benjamines y alevines) el preparador tiene “un papel de educador de conductas, sobre todo a la hora de que los niños adquieran habilidades motrices básicas como saltos, giros, desplazamientos y coordinación”.  En la siguiente etapa, de perfeccionamiento, su labor se centra en “afianzar ciertas parcelas de la preparación física como la resistencia y la resistencia específica” y, en última instancia, a caballo con la etapa de rendimiento, su cometido persigue que “el jugador aprenda los movimientos básicos dentro de un gimnasio para que pueda moverse allí como pez en el agua”.

Además, ensalza y defiende la figura del preparador físico dentro del fútbol. "Hay que desterrar la idea de que los preparadores físicos sólo están para los calentamientos. El fútbol tiende a ser un todo, en el que cada miembro del cuerpo técnico aporta lo suyo a la hora de dar matices y apellidos al equipo". Incluso, el joven técnico va más allá, al apuntar que "el preparador físico ha de estar en completa sintonía con el modelo de juego del entrenador para poder diseñar las tareas y que éstas tengan repercusión favorable en el juego del equipo".
"El preparador físico ha de estar en completa sintonía con el modelo de juego del entrenador para poder diseñar las tareas y que éstas tengan repercusión favorable en el juego del equipo"
La estructura de la preparación física es un apartado muy importante que, en gran medida, marcará el devenir de la temporada. "En Mareo la temporada se divide en dos macrociclos y ocho mesociclos y cada semana es un microciclo", explica Fernández. Cada día de la semana de entrenamiento está reservado a una tarea diferente. Así, "los lunes están destinados a un trabajo de recuperación, los miércoles y jueves a desarrollar aspectos físicos, técnicos y tácticos y el viernes se reserva para la preparación del partido del fin de semana, que se hace dependiendo del rival", detalla el preparador.
El objetivo de la preparación física es que el futbolista esté en las mejores condiciones para disputar el partido el fin de semana. "Yo tengo que dar al entrenador toda la baraja para que él pueda disponer de ella el fin de semana", explica. Para Fernández una adecuada preparación física incide positivamente en la prevención de lesiones y "es el pilar sobre el que se tiene que sustentar el futbolista, que debe estar bien compensado y estructurado y debe fortalecer las zonas del cuerpo que estén menos potenciadas". También señala la importancia de "regular esfuerzos" porque los jugadores de cuya preparación física principalmente se encarga , de 15 a 18 años, "son mini futbolistas", ya que a esas edades ya han ganado masa muscular, tienen lesiones, etc.
"El objetivo de la preparación física es que el futbolista esté en las mejores condiciones para disputar el partido el fin de semana. Yo tengo que dar al entrenador toda la baraja para que él pueda disponer de ella el fin de semana y por una mala preparación física o por una mala praxis"
El trabajo de gimnasio, explica Fernández, se inicia en Mareo en el Cadete B, con el objetivo de que estos jugadores empiecen a "familiarizarse con los movimientos olímpicos", sin maquinas pero sí con barras, discos, y pesas con poco peso "para interiorizar la mecánica del gesto", de modo que cuando los jugadores dan el salto al cadete A puedan ir metiendo un poco de peso. "Como la edad biológica no es la misma de todos los niños, es labor del preparador físico adecuar los pesos y cargas de trabajo con la edad biológica y no cronológica de cada niño", puntualiza Fernández.
Respecto a la importancia de la carga de la preparación física en función de la categoría, concluye que tras dos temporadas en Mareo, se ha dado cuenta que, sobre todo, "en los equipos de menor edad, que están más acostumbrados a ganar, no es tan importante la preparación física, sino el desarrollo físico de los niños". Además, subraya que "hay que quitar los ojos de los niños que destacan por sus aptitudes físicas, porque los más pequeñitos crecerán y, en el futuro, cuando se igualen las fuerzas, es el fútbol el que va a mandar". A la hora de aplicar la preparación física, no es partidario de hacer correr al niño y postula que "no hay que quitar tiempo de juego al niño para correr, porque el propio juego le va a hacer correr, saltar, etc."
Fernández entiende que la cualidad más importante de un futbolista es la fuerza y, en vistas a mejorar esta aptitud, se enfoca la temporada, aunque reconoce que haya periodos en que haya que incidir más en la resistencia, o fuerza explosiva, etc. "La aptitud más importante es la fuerza en todas sus expresiones; a partir de ahí el balón", sentencia. Considera que la velocidad de ejecución con el balón es "entrenable" y que, dentro de un mismo equipo interesa que haya una mezcla de jugadores que sean rápidos de pensamiento y de jugadores que sean rápidos en velocidad de desplazamiento.
"La aptitud más importante es la fuerza en todas sus expresiones; a partir de ahí el balón"
También hace referencia a la expresión “estar en forma” tan generalizada hoy en día. Considera que “estar en forma” es “estar bien, encontrarse en un estado que todo fluye, todo va bien, todo te sale bien, y si además de estar entrenado, en tu entorno todo va bien, sólo piensas en jugar. Si consigues que 6 o 7 jugadores estén en alta forma, el éxito está asegurado”, puntualiza. Además, menciona la importancia del “entrenamiento invisible” que engloba hidratación, horas de sueño y nutrición. En este sentido, opina que “es tan importante descansar como entrenar”.
Os dejamos el enlace a la entrevista, en donde podréis escucharla íntegramente en formato audio. http://www.antetodomareo.com/index.php/id/40/objeto/21/claves/Entrevista-a-Javi

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