elnortedecastilla.es 21/07/2013

«Mi paso por la Segoviana fue muy enriquecedor»

Javier Vidales recuerda con mucho cariño su etapa como técnico del conjunto gimnástico

21.07.13 - 18:54 -

F. A. D. | SEGOVIA

La presencia del Sporting de Gijón en Segovia ha quitado el polvo al baúl de los recuerdos, de manera en particular a un técnico que llegó también en el mes de julio, pero de 1999, para hacerse cargo del conjunto gimnástico.

Javier Vidales, que se encarga ahora de la metodología de la Escuela de Fútbol de Mareo, recuerda con cariño su etapa en el conjunto gimnástico. Y de eso hace ya 14 años. Tiene muy presente al conjunto gimnástico. Sus recuerdos afloran en la memoria como si hubiesen sucedido ayer. «Fue un paso fundamental en mi carrera deportiva, muy enriquecedora a nivel profesional, con mucha carga de responsabilidad, pero una de las etapas que más me ha llenado deportivamente; allí me convertí prácticamente en lo que soy ahora», recuerda el que fue entrenador de la Gimnástica Segoviana en aquella época.

«Lo que me marcó fue el cariño de la gente hasta el último momento, y mira que los últimos días fueron raros; recuerdo las muestras de apoyo que me dieron, las pancartas de la gente... me dejó impresionado. Es algo imborrable», añadió. De ahí que Vidales no dude en apuntar que el Sporting (club al que también conoce bien) no podía haber elegido mejor sitio para realizar la pretemporada, «para disfrutar de la ciudad, de las instalaciones y poder trabajar a gusto. Reúne las condiciones ideales para el trabajo».

Vidales llegó a la Segoviana para suplir a Eduardo Endériz. Dejó un club como el Sporting de Gijón, del que llegó a ser segundo entrenador, para emprender una aventura en solitario. Y la Segoviana, entonces en Segunda División B, colmaba sus expectativas. Cuadraba con su estilo, con su planteamiento y con su forma de trabajar. Pero las cosas se torcieron. Los resultados no fueron los esperados y el técnico procuró dar un giro a la situación apostando por los jóvenes de la cantera, con nombres conocidos como los de Mariano, Agustín, David Durán... Y es algo que también permanece en su memoria. Y tuvo su reconocimiento, puesto que vino a demostrar que Segovia tenía jugadores de fútbol válidos, muy válidos. Alguno incluso de ellos probó suerte fuera de Segovia. «Se demostró que en Segovia había gente muy capaz... Fue una pena lo que vino después, porque creo que lo que le faltó a ese proyecto fue tiempo, pero sin duda, me quedo con esa apuesta por la cantera», recordó.

Entrevista laprovincia.es

´Este club es de Primera y no sólo por la historia´

La UD Las Palmas vive un momento dulce por tres victorias seguidas que han devuelto la calma a la entidad amarilla y el entrenador asturiano pretende que los objetivos vayan siendo cambiantes a medida que sumen más puntos, a partir de unas señas de identidad que sean el motor del equipo y la principal es defender atacando, como reconoce el técnico.

VÍCTOR RASTRILLA - LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.
- ¿Las tres victorias consecutivas tienen otra lectura más allá de los resultados?
- El equipo está tomando una cara muy clara en el campo para que todo aficionado de la UD Las Palmas reconozca a su equipo de una manera determinada. No me canso de repetir que la UD no puede pasar por esta categoría teniendo una cara diferente en cada partido. La UD tiene una historia detrás que te obliga a que tenga una forma de juego con la cual el aficionado reconozca a su equipo. Se ha visto a un equipo que juega de igual manera tanto fuera como en casa, con unas señas de identidad que cada vez se ven más acrecentadas y más palpables por parte de todo el mundo.

- El director deportivo declaró que sus ideas han permitido al equipo mejorar tácticamente. ¿Las puede resumir?
- Me gusta defender atacando y por ahí empieza todo. Un equipo que defiende la primera pelota que trata de sacar el equipo rival, que intentamos presionar la primera línea de creación del contrario y por todos los medios ganar territorio, ganar balón y no dejar al adversario que, mediante el pase, se vaya creciendo en el terreno de juego. Y, una vez que tengamos el balón hay dos parámetros también muy importantes: intentar hacer ataques muy rápidos para que el contrario no se reorganice y, cuando recuperemos el balón más cerca de nuestra portería, tratar de ensanchar el campo todo lo que podamos.

- ¿A dónde quiere llegar?
- Hacer crecer al equipo lo más posible cada semana con la ayuda del cuerpo técnico y la colaboración que está habiendo por parte todos los futbolistas, que es impresionante. Es crecer semana a semana. Buscamos que esas señas de identidad sean nuestro motor e ir ganando partidos para que los objetivos vayan siendo cambiantes.

- ¿Hay más equipo que la pasada temporada, con una segunda vuelta excepcional?
- En las tres temporadas que estamos cumpliendo en Segunda División A, es el mejor grupo que hemos tenido. Ha ido creciendo. Este año considero que estamos un escalón por encima. Lo que pasa es que el que tú tengas mejor plantilla no significa que las cosas vayan a ser más sencillas que el año anterior, porque igual que tú creces los demás también. Esta Segunda A es una categoría igualada, competitiva y lo que sí que nosotros tenemos muy claro es que nuestro equipo está capacitado para pelear en cada partido contra cualquiera mirando a los ojos.

- Los resultados son impecables, pero el aficionado canario desde siempre ha tenido el gusto por el buen fútbol. ¿Busca también ese objetivo?
- Sí. Puedo decir que en la caseta nos estamos poniendo muchos tipos de objetivos. En este último partido, contra el Albacete, no era sólo ganar. Nos propusimos hacer un buen partido en cuanto a fútbol, porque lo queremos es contar con la gente que viene al estadio, que los partidos los jueguen ellos también, engancharlos. Fue una grandísima felicidad ver, por ejemplo, hacer la ola, algo que no se veía hacía mucho tiempo en el estadio. Ver a la gente tan enganchada para nosotros fue muy importante.

- ¿En qué ha cambiado aquel Javier Vidales que llegó al Pájara Playas de Jandía al que está ahora al frente de la UD?
- Supongo que como todos, que según pasan los años ves las cosas con un poco más de calma. Analizas con menos nervios, menos ímpetu. Creo que la vida nos enseña a ser más controladores de nuestras propias sensaciones. Como entrenador me siento más fuerte que hace cuatro años. Tengo una cosas muy clara: los tres años que llevo trabajando en la UD, es un club con tanta presión y con tanta historia a su alrededor que esto es un máster, y esta exigencia te hace volverte más fuerte.

- ¿Ha terminado lo que se puede considerar como una travesía por el desierto?
- Sí si se refiere al hecho de haber entrenando tantos años en Segunda B. La verdad es que ahora estoy en un oasis perfecto. Estoy en una categoría que siempre me ilusionó estar, había estado en el Sporting de Gijón como segundo y también aquí, pero nunca como primero y encontrarme en esta categoría es muy bonito, pero mucho más lo es hacerlo dentro de un club como éste. La UD Las Palmas es un club de Primera División, no sólo por su historia, sino en el momento que entras te das cuenta de que todo huele a Primera. Para mí es un orgullo, y lo que me está ocurriendo ahora no lo podré pagar nunca.